¿Alguien se auto-invitó a tu hogar?

Entonces, ¿que hacemos? ¿Le abrimos las puertas de nuestro hogar?

Recién grabé un episodio del podcast con Edith sobre la hospitalidad. Y uff, tengo mucho que decir. En el podcast hasta discutimos un poco sobre las intenciones de las personas cuando llegan al hogar de otra. Yo me crié en Puerto Rico, pero en mi casa todas las visitas se reciban en el balcón, nadie entraba ni a la cocina y nadie se quedaba a dormir. Así era hasta en casa de mis abuelas, siempre todo el mundo se iba a la terraza o al “family room”, nadie pasaba al comedor ni a la sala formal y mucho menos subía al segundo piso.

Al mudarme a Estados Unidos, descubrí una cultura un poco, bueno, mucho mas diferente. Cuando conocí a mis primeras amigas su casa era abierta de par en par. Ósea, no habían limites de a donde podía o no podía pasar. La mayoría de las ocasiones eran apartamentos pequeños por lo tanto el espacio es limitado. Siempre me sentía incomoda por la confianza que me brindaban. Cuando los nenes estaban mas bebés siempre tenía “playdates” y fiestas en mi casa. Ahora no. Estuve años sin darle amor a mi casa y la realidad me da vergüenza dejar que venga alguien acá, que no sea mi familia inmediata.

Preguntan ¿por que les cuento esto?

Simple, por que hace varias semanas, Edith se auto-invitó a mi casa. Y la realidad me quedé en shock. No sabía ni que hacer. No quería sentirme culpable si ella cancelaba su viaje, pero la realidad es que NO quería que se quedara en mi casa. Hablé con mi esposo para hasta pagarle un hotel. Pero whatever, comenzé a decorar como una demente y recoger y limpiar. Llevo aproximadamente 9 meses re-diseñando mi casa, por lo tanto tengo pinturas por todos lados, martillos, escaleras, cosas, juguetes, zapatos, de todo. Estuve 3 días sin dormir. Tenía una ansiedad horrible. Y soy bien sincera, si hubiese sido una amiga de acá, no me hubiese dado tanta ansiedad, PERO al ser alguien que viene de Puerto Rico la ansiedad estaba como a mil.

¿Por que la ansiedad?

Por que no quiero que nadie juzgue mi hogar. Así de claro. Este hogar no es el mas grande, bello, perfecto del mundo. Pero es mi hogar y lo amo. El hogar por el que mi esposo trabaja arduamente todos los días, el hogar donde nacieron mis 3 hijos, el hogar donde sufrí el cáncer de mi hijo, el hogar que le dio vida a nuestro matrimonio. Para los estándares de Puerto Rico, mi hogar es pequeño, se está “cayendo en cantos”, no tiene aire acondicionado central, la cocina es mas chiquita que el closet de muchas personas, en fin, no es la casa que podría tener. Yo no soy persona que me molesta me juzguen, pero juzgar mi hogar es juzgar a mi familia, entonces hasta ahí llegamos.

¿Que puedes hacer si alguien se auto invita a tu hogar?
  1. relájate: No puedes controlar lo que una persona piensa de ti o de tu hogar. Eso es problema de ellos.
  2. explicarle a tu familia: Es importante explicarle a la familia las nuevas reglas cuando hay alguien quedándose en la casa. En mi casa no cerramos las puertas. Entonces al tener a alguien quedándose, hay que cerrar las puertas por eso de la privacidad.
  3. pregúntale a persona cuales son sus planes. Como se va a transportar, comidas, salidas.
  4. explicarle a tu huésped las reglas de la casa. Cuando Edith llegó la hice quitarse los zapatos y le expliqué que esa es una de las reglas de la casa, tampoco deje que tomara fotos!
  5. Let it go: Ya la persona llegó. Trata de disfrutar su compañía y deja lo demás fluir.

¡Espero que nadie mas nunca se invite a mi casa!

By the way, ¿ya escuchastes el podcast? Aquí te comparto el enlace!

One Reply to “¿Alguien se auto-invitó a tu hogar?”

  1. ¡Que bueno que te ayudé a estirarte y a salir de tu zona de comfort!
    BTW… Creo que ya te lo dije, pero tu casa es bella… El techo es espectacular y el piso lo amo… La ubicación de tu apartment es ORO molido… ¿Los juguetes? ¡No sabes cuaánto daría por tener juguetes por todos lados en mi casa! Disfruteé cada segundo de estar allí porque tienes lo más importante… ¡En tu hogar se respira amor! Y eso no se compra con nada… AMO TU CASA… Es más…
    Voy pa’ tu casa en navidades… Jajajajaa!!! Es bromita…
    Pero sabes que tu, y tu trulla, son más que bienvenidos a mi casa. No me gusta cocinar mucho para las visitas porque me aterroriza que evalúen mis platos, pero lo superaré. 😉

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